Los síntomas de una hemorragia cerebral lenta, llamada hematoma subdural, pueden incluir mareos, cambios en el comportamiento, confusión y dolores de cabeza, señala WebMD. En los hematomas de crecimiento muy lento, una persona puede no presentar síntomas durante dos semanas.
Otros síntomas incluyen náuseas, vómitos, somnolencia excesiva, apatía, convulsiones y debilidad. Las personas con un hematoma subdural pueden pasar de ser conscientes a volverse comatosas inmediatamente o estar inconscientes varios días después de la lesión en la cabeza, advierte WebMD.
Un hematoma subdural generalmente es causado por una lesión en la cabeza, como una caída o un accidente automovilístico, dice WebMD. Los vasos sanguíneos que corren a lo largo de la superficie del cerebro se rompen debido al golpe repentino en la cabeza. El sangrado está debajo del cráneo, fuera del cerebro. Las personas que toman anticoagulantes o tienen un trastorno hemorrágico también tienen más probabilidades de desarrollar un hematoma subdural, incluso por una lesión menor.
Según la gravedad del hematoma, existen diferentes opciones de tratamiento, desde observar y esperar hasta la cirugía cerebral. En las hemorragias más pequeñas con síntomas leves, los médicos pueden decidir simplemente observar al paciente y realizar múltiples pruebas de imágenes de la cabeza para ver si el hematoma está mejorando. Las lesiones más graves requieren cirugía para reducir la presión en el cerebro del paciente, afirma WebMD.