Las posibles causas de las enzimas hepáticas altas incluyen enfermedades y afecciones, como insuficiencia cardíaca, hepatitis A y B, obesidad y enfermedad del hígado graso no alcohólico, según la clínica Mayo. Ciertos medicamentos recetados, como los medicamentos de estatina utilizados para controlar los niveles de colesterol y el consumo de alcohol también pueden elevar el nivel de enzimas hepáticas.
Las enzimas hepáticas altas también pueden ser causadas por analgésicos de venta libre como el paracetamol, según la clínica Mayo. La hepatitis alcohólica y la hepatitis autoinmune, así como la enfermedad celíaca, que es un daño del intestino delgado debido al gluten, también pueden aumentar los niveles. Otras causas incluyen cirrosis y dermatomiositis, una afección inflamatoria que debilita los músculos y puede causar una erupción cutánea. Los factores que más contribuyen incluyen la inflamación de la vesícula biliar, el cáncer de hígado, la hemocromatosis debida a un exceso de hierro almacenado, el hipotiroidismo y la inflamación del páncreas.
De manera similar, la polimiositis, una afección inflamatoria que resulta en debilidad muscular, puede causar enzimas hepáticas altas, explica la Clínica Mayo. La hepatitis tóxica y la enfermedad de Wilson, causada por un exceso de cobre en el cuerpo, pueden ser factores contribuyentes, al igual que la distrofia muscular.
Las pruebas de enzimas hepáticas incluyen AST, ALT, fosfatasa alcalina y otras pruebas de función hepática real, afirma WebMD. Cada paciente individual se evalúa en función de los síntomas, antecedentes, medicamentos y otros factores, señala la Clínica Mayo.