El hecho de que la humanidad pueda o no evitar que las capas de hielo polar se derritan es un tema de gran debate en el que ambos citan estudios científicos que respaldan sus posiciones. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones científicas y medioambientales creen que los seres humanos pueden frenar o incluso detener la fusión de las capas de hielo polar y el calentamiento global al reducir el uso de combustibles fósiles y otros productos químicos fabricados por el hombre.
Algunos consideran que la fusión de los casquetes polares es un producto del calentamiento global. Según NASA.gov, el calentamiento global es causado por el efecto invernadero, que resulta de que la atmósfera de la Tierra atrapa el calor que irradia el suelo. Se cree que esto hace que la temperatura del planeta aumente, cambiando los climas en todo el mundo.
El vapor de agua, el dióxido de carbono, el óxido nitroso, el metano y los clorofluorocarbonos son gases producidos por procesos tanto naturales como artificiales que contribuyen al efecto invernadero. Los seres humanos aumentan la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera a través de la deforestación, los cambios en el uso de la tierra y la quema de combustibles fósiles; también aumentan la cantidad de metano que se produce de forma natural a través de la agricultura y la descomposición de los desechos en los vertederos. El óxido nitroso es un subproducto de la agricultura, la combustión de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa. Todos los clorofluorocarbonos son producidos por la industria.
Los críticos sostienen que el aumento de las temperaturas globales es un fenómeno puramente natural y que el planeta ha experimentado períodos de calentamiento y enfriamiento dramáticos a lo largo de su existencia. Apuntan a la contratación y recuperación de casquetes de hielo como prueba. Muchos de estos científicos han sido o fueron empleados por organizaciones que respaldan la teoría del calentamiento global provocado por el hombre.