La mayoría de las veces, los líquidos más espesos tardan más en hervir. La viscosidad y el punto de ebullición son propiedades físicas que están determinadas por fuerzas intermoleculares. Aunque la viscosidad y el punto de ebullición no se afectan directamente entre sí, existe una correlación basada en la fuerza de estas fuerzas intermoleculares.
El punto de ebullición es la temperatura a la que un líquido se convierte en vapor. Este cambio de fase de líquido a vapor se produce porque el calor separa los enlaces intermoleculares que existen entre las moléculas líquidas. Cuando estas moléculas se separan se vaporizan. Las fuerzas intermoleculares más fuertes requieren más calor para romperse.
La viscosidad de un fluido es una medida de su resistencia al flujo o movimiento. Cuanto más viscoso es un líquido, más resistente es contra el flujo, según Allan Harvey, del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología. Esta resistencia también se debe a la resistencia de la unión intermolecular entre las moléculas líquidas: cuanto mayor es la resistencia de la unión, mayor es la viscosidad.