Nelson Mandela, el ex presidente de Sudáfrica, era un cristiano metodista. Fue educado y educado en la religión, pero mantuvo sus creencias religiosas privadas a lo largo de su lucha histórica y la posterior victoria sobre las fuerzas de El apartheid en Sudáfrica.
Mandela intentó retratarse a sí mismo como un campeón de la democracia secular a lo largo de su carrera. La iglesia metodista de Sudáfrica fue vista por muchos críticos del apartheid como una rama del cristianismo que apoyaba el status quo. En privado, Mandela era un fiel creyente, pero evitó que sus creencias fueran utilizadas como una herramienta política durante la larga lucha hacia la independencia del régimen opresivo.