La cirugía de artritis del pulgar depende de la gravedad y el estadio de la artritis y puede implicar la restauración de los ligamentos, el movimiento de los tendones, el reemplazo de la articulación o la fusión de la articulación, afirma la Fundación para la Artritis. Los diferentes procedimientos tienen diferentes beneficios y dificultades asociadas, y la preferencia del paciente también es un elemento para decidir qué procedimiento utilizar.
La articulación donde se encuentran los huesos del pulgar y la muñeca es muy flexible en relación con los otros dedos, pero también tiene un mayor riesgo de desarrollar artritis. Cuando el ligamento en esa articulación es el más afectado y el cartílago está intacto, la reconstrucción del ligamento por sí sola puede ser suficiente. En este procedimiento, el ligamento dañado existente se reemplaza con un pedazo del tendón flexor de la muñeca. En los casos en que el cartílago está dañado, los cirujanos también pueden reemplazar la articulación con una almohadilla de tendón enrollado o una almohadilla artificial. El uso del tendón requiere que los cirujanos primero remuevan el hueso del trapecio o una parte de él.
Un procedimiento relativamente simple para la artritis moderada a severa es el hematoma y la artroplastia de distracción, dice la Fundación Artritis. En esta operación, los cirujanos extraen el hueso del trapecio e instalan un cable para inmovilizar la articulación del pulgar durante seis semanas. Esto da tiempo a la articulación para curarse a sí misma. Los cirujanos también pueden reemplazar la articulación por completo con una articulación artificial o un espaciador acolchado, o fusionar el hueso de la muñeca con el pulgar, eliminando la articulación por completo.