Los diferentes tipos de inmunidad son inmunidad activa, inmunidad pasiva, inmunidad natural e inmunidad artificial, según Austin Peay State University. La inmunidad activa se refiere a una respuesta inmunitaria que resulta de la exposición a un antígeno particular.
Cuando el cuerpo está expuesto a un antígeno y responde activando el sistema inmunológico, la respuesta inmunitaria resultante se llama inmunidad activa, explica APSU. El sistema inmunológico genera clones de linfocitos B y T específicos de antígeno. En contraste, la inmunidad pasiva se desarrolla cuando una persona recibe moléculas inmunes o células inmunitarias de otra persona que previamente estuvo expuesta a un antígeno específico. La respuesta no es el producto de la activación del propio sistema inmunológico del cuerpo. La inmunidad natural es una respuesta inmunitaria que se produce debido a la exposición a un antígeno en un ambiente externo sin la interferencia de una terapia o práctica médica. La inmunidad artificial implica terapia médica o intervención en la práctica que resulta en la exposición a un antígeno en particular, lo que provoca el desarrollo de una respuesta inmune.
APSU afirma que la inmunidad natural y artificial es activa o pasiva. La inmunidad activa natural se desarrolla debido a la exposición a toxinas extrañas, alérgenos, medicamentos o venenos, mientras que la inmunidad activa artificial se desarrolla a partir de la exposición a una vacuna que brinda protección contra organismos de enfermedades.