La expresión idiomática de que los gatos tienen nueve vidas no proviene de una realidad literal en la que los gatos tienen una inmunidad arbitrariamente limitada, sino más bien de un mito que probablemente esté relacionado con la impresionante agilidad del gato doméstico. Sin embargo, como una forma figurativa de describir la destreza felina, el mito de las nueve vidas evoca imágenes vívidas, lo que puede ser la razón por la que William Shakespeare lo mencionó en su famoso cuento de amantes de las estrellas cruzadas, "Romeo y Julieta". En general, es difícil determinar el origen exacto de este mito, incluida una explicación para el número nueve específico, aunque puede tener orígenes en los sistemas de creencias egipcios o chinos que atribuyen un significado especial al número nueve.
La raíz del énfasis del antiguo Egipto en el número nueve está relacionada con el dios sol Atum-Ra. Se suponía que este dios podía tomar la forma de un gato y, como se decía que había dado a luz a otros ocho dioses, Atum-Ra representaba el concepto de nueve vidas en un solo ser. En China, el número nueve se considera afortunado debido a lo bien dividido que está, representando a tres grupos de tres. Hay otras culturas que creen que los gatos tienen vidas múltiples, pero el valor numérico no siempre es igual a nueve, lo que indica que el mito probablemente esté relacionado simplemente con la capacidad superior de un gato para sobrevivir.