Los delfines duermen con un ojo abierto, una habilidad que es necesaria para sobrevivir. Cuando los delfines duermen, solo la mitad de sus cerebros se cierran, lo que les permite permanecer alertas ante la amenaza de los depredadores y para regular su respiración para evitar ahogarse.
Los científicos del Programa de mamíferos marinos de la Marina de los Estados Unidos realizaron experimentos diseñados para determinar si la privación del sueño afectaba a los delfines debido a su hábito de dormir en turnos. Después de cinco días de pruebas, los delfines estaban tan alertas y receptivos como antes de que comenzara el experimento, sin efectos notables en su salud o destreza mental. Los resultados también revelaron que la información observada desde la mitad no durmiente del cerebro se filtra hasta el lado dormido del cerebro.