Según el Centro Nacional de Vida Marina, los delfines se mueven empujando sus fuertes aletas de cola hacia arriba y hacia abajo en el agua. Este movimiento de la cola empuja el agua hacia atrás y propulsa al delfín hacia adelante. Para conducir a través del agua, los delfines usan sus aletas pectorales y sus aletas dorsales.
Los delfines tienen dos tipos de aletas: la aleta dorsal y las aletas pectorales. La platija de cola se usa para mover al delfín hacia adelante, y las aletas se usan para dirigir. Las aletas pectorales ayudan a los delfines a girar, se equilibran en el agua y dejan de moverse. Sin embargo, no se utilizan para el movimiento hacia adelante. La aleta dorsal, que está encima del delfín, actúa como un estabilizador, como un timón en un bote. A diferencia de las aletas de los peces, las aletas dorsales de los delfines no tienen huesos. En cambio, sus aletas están formadas por un tejido denso y doblado que es rígido y permite que el delfín se mantenga erguido y se corte más fácilmente a través del agua.
El cuerpo entero del delfín está diseñado para pasar con elegancia por el agua. Los delfines tienen una piel suave y gomosa, sin pelo y aerodinámica. Su piel se desprende constantemente y se reemplaza con piel nueva. Todos los apéndices que sobresalen del delfín, como las aletas, son lisos y curvados para dar velocidad al delfín.