El hielo y el calor pueden ser tratamientos útiles para el dolor de espalda, aunque la naturaleza y el momento de la lesión determinan cuál se debe usar. Dentro de las primeras 48 horas de una lesión, se debe usar hielo para aliviar la hinchazón. Para el dolor crónico, el calor es una mejor opción.
Para tratar adecuadamente con hielo, aplique hielo durante 10 a 15 minutos tres veces al día o después de cualquier ejercicio prolongado. Para tratar con calor, aplique calor en incrementos de 15 a 20 minutos, según sea necesario. Si usa una almohadilla eléctrica, evite la configuración más alta y tenga cuidado de no quedarse dormido con la almohadilla puesta.