Una barra luminosa está formada por dos tubos: un tubo exterior de plástico flexible y un tubo interior más pequeño hecho de vidrio frágil. Ambos tubos contienen compuestos líquidos que crean el efecto brillante cuando se mezclan .
El tubo de plástico exterior contiene éster de fenil oxalato y solución de tinte fluorescente, mientras que el tubo de vidrio interior contiene solución de peróxido de hidrógeno. Para activar el efecto de encendido, el tubo de vidrio interno se rompe al doblarlo. Cuando la barra luminiscente se agita vigorosamente, el peróxido de hidrógeno oxida el éster de fenil oxalato en una reacción llamada quimioluminiscencia, que libera energía en forma de luz.
La duración e intensidad de la luz emitida por la barra luminosa puede determinarse por las concentraciones de los compuestos contenidos en los dos tubos. Calentar una barra de luz ya activada intensifica el brillo de la luz pero acorta su duración, mientras que enfriarla atenúa la luz pero extiende su duración.