Las galaxias están hechas de estrellas, polvo y materia oscura, todas unidas por la gravedad. Vienen en una variedad de formas, tamaños y edades, y muchas tienen agujeros negros en sus centros.
Las galaxias contienen un número diferente de planetas, sistemas estelares, cúmulos de estrellas y tipos de nubes interestelares. Entre ellos hay un medio interestelar escaso de gas, polvo y rayos cósmicos. Los agujeros negros en el centro de la mayoría de las galaxias se consideran el principal impulsor de los núcleos galácticos activos que se encuentran en el núcleo, y sus alrededores producen enormes cantidades de energía que los astrónomos pueden ver a grandes distancias. El material que rodea el agujero negro es acelerado hacia afuera por sus chorros. Otras galaxias contienen objetos como los quásares, los cuerpos más energéticos del universo, en sus núcleos.
Las galaxias se clasifican según su forma aparente, conocida como su morfología visual. Una forma común es la galaxia elíptica que tiene un perfil de luz en forma de elipse. Las galaxias espirales tienen forma de disco con brazos curvados y polvorientos, y aquellas con formas irregulares se conocen como galaxias irregulares y típicamente se originan de la interrupción por la atracción gravitacional de galaxias vecinas. Las interacciones entre galaxias vecinas, que pueden resultar en una fusión, a veces inducen incidentes significativamente mayores de formación de estrellas que conducen a galaxias en explosión de estrellas.