La energía del sol proviene de las reacciones de fusión nuclear que ocurren en su núcleo. Cuando los átomos de hidrógeno se unen en el núcleo del sol, se fusionan para convertirse en otro elemento: el helio. Esta reacción produce energía.
La fusión de los átomos de hidrógeno en helio libera energía porque la masa de helio que se forma es ligeramente menor que la masa de los átomos de hidrógeno originales. Esta masa extra se convierte en energía. La ecuación de Einstein E = mc ^ 2 representa este proceso de liberación de energía.
La energía que irradia hacia el exterior equilibra la fuerza gravitatoria que quiere aplastar al sol. Solo bajo condiciones de temperatura y presión extremas, como las que se encuentran dentro del núcleo del sol, pueden ocurrir reacciones de fusión nuclear. Una vez que todos los átomos de hidrógeno en el núcleo del Sol se fusionan en átomos de helio, la estrella comienza a morir.