Según la Universidad de Stanford, la evidencia más temprana de sarna originalmente proviene de Egipto y el Medio Oriente hace más de 2,500 años. Debido a que es causada por ácaros multicelulares en lugar de patógenos unicelulares, fue uno de las primeras enfermedades con una explicación relativamente precisa de su causa.
La Universidad de Stanford afirma que la sarna es causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Se introduce en la piel de su huésped y pone huevos. Estos huevos eclosionan y continúan la infestación. Las madrigueras son poco profundas, pero están acompañadas de picazón intensa y erupciones generalizadas. La picazón se produce en gran parte debido a una reacción alérgica a los ácaros. Las propias madrigueras aparecen como pistas cortas y curvas en la piel, que se acompañan de nódulos en forma de granos. Estas madrigueras son más comunes en las grietas del cuerpo, como las axilas, entre los dedos, entre las nalgas o en la región genital. También abren la piel a infecciones secundarias. Esta enfermedad es común en bebés y niños pequeños, donde crea ampollas y pústulas en las manos y los pies como síntomas típicos. Más a menudo se transmite por contacto piel con piel. Esta enfermedad solo se puede tratar con la aplicación completa de pies a cabeza de cremas especiales recetadas o pastillas antiparasitarias.
