En el mundo médico, particularmente en el tratamiento de personas discapacitadas y personas mayores, el acrónimo ADL significa actividades de la vida diaria. Esto incluye cualquier actividad que una persona normalmente realiza por su cuenta, como vestirse, lavarse los dientes, peinarse, cocinar, comer, ir al baño y administrar medicamentos.
La capacidad de una persona para realizar actividades de la vida diaria o la incapacidad de una persona para proporcionar su propio cuidado personal a menudo se usa como una medida de la discapacidad. Se puede determinar un nivel de ADL para juzgar si una persona es capaz o no de vivir por sí misma o si necesita ayuda con las actividades cotidianas normales.