Los experimentos controlados tienen tres tipos de variables: dependientes, independientes y controladas. Las variables independientes, también llamadas variables manipuladas, se modifican durante un experimento. El cambio medible resultante es la variable dependiente o que responde.
Para evitar el error experimental, todos los factores, aparte de las variables dependientes e independientes, se estandarizan y se denominan variables controladas. Por ejemplo, un experimento que mide el tiempo que tarda una vela en quemarse controlaría variables como el viento y el tipo de vela al realizar la prueba en la misma área sin viento con el mismo tipo de velas. La variable independiente para este ejemplo es la cantidad de tiempo, mientras que la variable dependiente es algún otro aspecto medible, como la altura, que observa el cambio en la vela a medida que se quema.