Un kilogramo es igual a 2.2 libras. Según el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, el valor del kilogramo se ha mantenido constante a lo largo de los siglos, aunque el método exacto utilizado para definirlo ha cambiado dramáticamente.
Según la misma fuente, el primer valor dado para el kilogramo se estableció a fines del siglo XVIII como la masa de 1 decímetro cúbico de agua. Un siglo más tarde, el kilogramo se redefinió como equivalente a la masa de una pequeña bola de aleación de platino-iridio mantenida por la Oficina Internacional de Pesos y Medidas. El kilogramo sigue siendo la única unidad métrica que aún está definida por referencia a un prototipo de este tipo, ya que el medidor se define en referencia a las longitudes de onda de la luz y el litro en referencia a centímetros cúbicos.