Los zapatos más antiguos que sobreviven tienen aproximadamente 10,000 años de antigüedad, pero los antropólogos creen que los humanos pueden haber comenzado a usarlos hace unos 40,000 años. Esta creencia se basa en evidencias de esqueletos humanos que muestran que los huesos de los dedos de las personas comenzó a hacerse más pequeño hace unos 40,000 años a pesar de que los huesos de sus piernas aún eran gruesos y fuertes.
Hasta cierto punto, el hueso responde a las tensiones mecánicas que se le imponen durante la vida de una persona. El ejercicio intenso no solo hace que los músculos se vuelvan más grandes, sino que también hace que los huesos se vuelvan más gruesos. Los esqueletos humanos de hace 40,000 años tienen huesos gruesos, pero a partir de ese momento, el hueso humano comenzó a encogerse. Si bien no todos los arqueólogos están de acuerdo en que los zapatos fueron la causa de esta contracción, la mayoría está de acuerdo en que el uso de zapatos comenzó hace 30,000 a 40,000 años. Esta vez fue un período de muchos avances en la cultura humana y la tecnología. Los tipos de herramientas utilizadas eran cada vez más sofisticados. Las agujas para hacer ropa y zapatos comenzaron a aparecer alrededor de este tiempo. A medida que la sociedad avanzaba y la población crecía, habría sido posible una mayor división del trabajo, lo que significaría que los miembros de la sociedad podrían dedicar todo su tiempo a un trabajo especializado, como hacer mejores zapatos o ropa más adornada.