Los síntomas de la deficiencia de vitamina D incluyen dolor óseo y debilidad muscular, según WebMD. Las deficiencias de vitamina D son difíciles de detectar, pero los niveles bajos en la sangre a menudo se correlacionan con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, asma En niños, cáncer y deterioro cognitivo en personas mayores. Por el contrario, los niveles adecuados de vitamina D favorecen la prevención y el tratamiento de la diabetes, la intolerancia a la glucosa, la esclerosis múltiple y la hipertensión.
En los niños, la deficiencia de vitamina D es una causa común de raquitismo, que es una afección que suaviza o debilita los huesos, como lo explica la Clínica Mayo. En los adultos, la deficiencia causa osteomalacia, que debilita los huesos y los músculos. Las personas mayores y obesas que reciben una exposición limitada al sol se encuentran entre las que tienen un mayor riesgo de deficiencia.
Los humanos obtienen vitamina D de fuentes alimenticias como huevos, pescado, leche fortificada y aceite de hígado de bacalao, así como la exposición a la luz solar natural, según la Clínica Mayo. Al menos 10 minutos de luz solar al día pueden proporcionar niveles adecuados de nutrientes en la mayoría de las personas. La vitamina D2 y la vitamina D3 son las dos formas específicas de vitamina D que desempeñan un papel en la nutrición humana. La vitamina D2 es producida por las plantas, mientras que la D3 es producida por los humanos cuando la piel absorbe los rayos del sol. La vitamina D es responsable de mantener los niveles de calcio y fósforo para la densidad ósea adecuada y la salud general, y también ayuda a prevenir la osteoporosis y la presión arterial alta.