Los síntomas del cáncer de hígado incluyen pérdida de peso, pérdida de apetito, dolor en la parte superior derecha del abdomen, decoloración amarilla de la piel u ojos e hinchazón de las piernas, según WebMD. La condición se vuelve más avanzada, los pacientes pueden experimentar debilidad, fiebre, náuseas y vómitos.
El cáncer de hígado se clasifica como primario o secundario, señala WebMD. El cáncer primario de hígado comienza en el hígado y representa aproximadamente el 2 por ciento de todos los cánceres. El cáncer secundario, o metastásico, comienza en otras áreas del cuerpo y luego se disemina al hígado. La mayoría del cáncer de hígado cae en esta categoría.
Los cánceres de hígado incluyen carcinoma hepatocelular y colangiocarcinoma, y generalmente son causados por defectos de nacimiento, abuso de alcohol, infecciones crónicas, obesidad y cirrosis, señala WebMD. Más de la mitad de todos los pacientes diagnosticados con cáncer de hígado tienen cirrosis provocada por el abuso del alcohol.
El diagnóstico de la afección se confirma mediante análisis de sangre para evaluar la función hepática; pruebas de imagen, como una tomografía computarizada o una resonancia magnética; y biopsias, mediante las cuales se extrae y examina una muestra de tejido hepático, explica la Clínica Mayo. Tras un análisis completo, el médico tratante puede determinar la etapa del cáncer y el curso del tratamiento.
El tratamiento del cáncer de hígado depende del alcance y la gravedad de la afección, y puede incluir la extirpación quirúrgica de parte del hígado, el trasplante, el calentamiento o la congelación de células cancerosas, la radioterapia y la quimioterapia, señala WebMD.