La bronquitis contrae e inflama los tubos bronquiales, lo que reduce el flujo de aire entre los pulmones y la tráquea, o tráquea, según Nemours. El tejido que recubre el tubo bronquial se irrita y produce exceso de mucosidad, lo que dificulta su circulación Oxigeno en todo el sistema respiratorio.
La bronquitis puede causar complicaciones respiratorias, tos, fatiga y síntomas asociados con fiebre, según la Clínica Mayo. Cuando hay inflamación del tracto respiratorio, se puede producir moco descolorido amarillo o verde. Las infecciones virales o los problemas respiratorios existentes pueden estimular la bronquitis, pero la exposición frecuente al humo, los humos y otros agentes irritantes inhalados aumenta el riesgo de desarrollar síntomas duraderos.
La bronquitis aguda es a corto plazo y suele durar menos de 90 días, mientras que la forma crónica puede persistir durante años, según Merck. Las personas que fuman o sufren de alergias o infecciones sinusales crónicas tienen más probabilidades de experimentar episodios continuos de bronquitis aguda. Los episodios repetidos de bronquitis pueden debilitar el sistema respiratorio y aumentar la vulnerabilidad a las bacterias virales. La Clínica Mayo dice que un caso prolongado puede conducir a neumonía o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los médicos pueden tomar radiografías del tórax y realizar pruebas de respiración para examinar los tubos bronquiales y detectar condiciones similares, como asma y neumonía, según Nemours. Si bien los médicos pueden prescribir medicamentos para los síntomas de la bronquitis, el tratamiento puede ser ineficaz si el paciente permanece en un ambiente con irritantes dañinos.