Los problemas comunes con Fitbit incluyen problemas de carga, fallas en la sincronización del rastreador, mal ajuste de la banda, reconocimiento deficiente de la actividad y altos costos. Otros problemas incluyen falta de automatización, mensajes limitados, lentitud e ineficiencia.
Un puerto USB defectuoso o un contacto sucio del cargador pueden hacer que el Fitbit se cargue de forma errática. El rastreador no se puede sincronizar con la aplicación Fitbit para Android cuando la función Bluetooth está desactivada o al intentar sincronizar con un dispositivo no compatible. La banda de la muñeca es difícil de sujetar cuando se pone Fitbit, especialmente por primera vez. Si el Fitbit no está equipado con un algoritmo efectivo, es posible que el dispositivo no reconozca diferentes actividades.
El costo de compra y envío del Fitbit puede ser alto. Además, sus accesorios no están fácilmente disponibles y puede demorar varios meses para acceder a algunos de los accesorios más exclusivos que los acompañan.
La falta de noción de ubicación y zonas horarias hace que Fitbit sea inexacto en la grabación de datos de movimiento. La interfaz de mensajería es limitada ya que solo muestra los mensajes entrantes, lo que crea inconvenientes para el usuario. Fitbit se limita a la grabación y análisis de datos y no ofrece ninguna función para ayudar a perder peso real.