Aunque el cáncer de pulmón es asintomático en sus etapas iniciales en muchas personas, una tos persistente, pérdida de peso inexplicable, cambios en la tos crónica y cambios en la respiración pueden indicar cáncer de pulmón, según Healthline. El dolor en el pecho, la respiración sibilante, la ronquera, el dolor de cabeza y el dolor en los huesos pueden ser precursores de un diagnóstico de cáncer de pulmón.
Alrededor del 40 por ciento de las veces, el cáncer de pulmón no se diagnostica hasta que se encuentra en sus etapas avanzadas, informa Healthline. En aproximadamente un tercio de los diagnósticos de cáncer de pulmón, el cáncer ha progresado a su tercera etapa. Debido a la falta de síntomas al principio o al hecho de que los síntomas del cáncer de pulmón se asocian con otras afecciones, a menudo no es posible realizar diagnósticos tempranos.
Una nueva y persistente tos no asociada con una infección respiratoria o un resfrío es un síntoma de advertencia del cáncer de pulmón, señala Healthline. Un cambio en la tos crónica también puede ser indicativo de cáncer, como cuando la tos suena más ronca o más profunda, o si se expulsa más moco de lo normal. La sangre en el esputo también debe ser evaluada por un médico.
Los cambios en la respiración, como la dificultad para respirar fácilmente, pueden ser un síntoma cuando el cáncer de pulmón se está estrechando o bloqueando el paso del aire en los pulmones, advierte Healthline. Del mismo modo, el dolor en el tórax puede indicar que hay cáncer en la pleura, las costillas o la pared torácica.