Cuando se realiza una tomografía computarizada sin contraste, el paciente retira cualquier objeto que pueda interferir con el equipo de escaneo y luego se acuesta en la mesa que se desliza en la máquina de tomografía computarizada circular, según Johns Hopkins Medicine. Mientras el paciente permanece quieto, el escáner se mueve alrededor de su cuerpo emitiendo rayos X y el técnico puede pedirle al paciente que contenga la respiración a veces. El personal técnico está presente para comunicarse con el paciente en todo momento durante la exploración.
El paciente no ve girar el escáner, aunque puede escuchar ruidos de chasquidos, zumbidos o zumbidos a medida que se mueve el mecanismo interno del escáner, señala Johns Hopkins Medicine. La tomografía computarizada es indolora, pero el médico que lo atiende puede recetarle un sedante suave a los pacientes que están nerviosos o claustrofóbicos.
Las tomografías computarizadas, con o sin contraste, son procedimientos ambulatorios y los médicos las usan para obtener imágenes internas que muestran más detalles que los rayos X, afirma Johns Hopkins Medicine. Un procedimiento típico de tomografía computarizada toma entre 10 y 20 minutos para completarse, aunque es posible que los pacientes deban esperar mientras un radiólogo revisa las imágenes. Si las imágenes no son claras, es posible que el paciente deba someterse a otro procedimiento de escaneo para obtener imágenes claras.
El contraste en la tomografía computarizada se refiere a un tinte yodado que el paciente recibe por vía oral o intravenosa, explica Johns Hopkins Medicine. Permite a los médicos y radiólogos ver un órgano o tejido en particular con mayor claridad.