El ejercicio ayuda a la digestión y previene el estreñimiento al estimular los músculos del intestino. También mejora los síntomas de las enfermedades digestivas, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la enfermedad celíaca, según Gastro. Central. De hecho, para quienes padecen enfermedades digestivas, los beneficios del ejercicio leve a moderado se multiplican. El estiramiento suave, como el que se encuentra con el yoga y el tai chi, reduce el estrés, mejora la función inmunológica y ayuda a controlar el peso.
El papel del ejercicio en la prevención del estreñimiento es bien conocido, pero los beneficios generales para la salud a través de la buena salud del sistema digestivo apenas comienzan a entenderse, según WebMD. Por ejemplo, un estudio de 2014 encuentra una relación directa entre el ejercicio y una variedad de bacterias intestinales buenas, que constituyen una parte sustancial del sistema inmunológico. "Nuestros hallazgos indican que el ejercicio es otro factor importante en la relación entre la microbiota, la inmunidad del huésped y el metabolismo del huésped, y que la dieta juega un papel importante", escribieron los autores del estudio.
Demasiado ejercicio puede abrumar el sistema digestivo en los atletas, especialmente en los corredores, que causan náuseas, vómitos, calambres y diarrea, explica el Centro Nacional de Información Biotecnológica. Además, WebMD explica que el ejercicio justo después de una comida puede causar indigestión o malestar estomacal, por lo que uno debe planificar el ejercicio en consecuencia.