Hay tres tipos de ingeniería genética humana: somática, germinal y clonación. La ingeniería somática agrega genes a las células del cuerpo. La ingeniería de la línea germinal agrega genes a los óvulos, embriones o espermatozoides humanos, y la clonación crea una copia de un organismo.
Los genes de las células vivas pueden alterarse insertando un nuevo gen en un organismo similar a un virus. A este organismo se le permite ingresar a las células e insertar un nuevo gen en el genoma. Este procedimiento se realiza mediante ingeniería somática o de línea germinal.
La ingeniería somática se dirige a genes específicos del cuerpo en órganos y tejidos específicos, y no afecta a los genes en los óvulos o espermatozoides. Este tipo de ingeniería genética trata o cura las condiciones existentes, pero no altera la composición genética completa de un individuo.
La ingeniería de la línea germinal se enfoca en los genes de los óvulos, espermatozoides o embriones durante las primeras etapas de su desarrollo. Todas las células en los embriones están genéticamente afectadas. Este tipo de modificación causa más controversia porque genera cambios genéticos permanentes. Las generaciones futuras pueden heredar los cambios de la ingeniería de la línea germinal, mientras que las modificaciones genéticas somáticas no pueden heredarse.
Finalmente, hay clonación, que se puede realizar de tres maneras. La clonación de ADN se produce cuando un fragmento de ADN se transfiere de un organismo a un elemento genético autorreplicante para que el ADN pueda replicarse en una célula huésped extraña. Sin embargo, la clonación reproductiva crea un organismo con el mismo ADN nuclear que otro organismo existente actualmente o anteriormente, como la oveja Dolly. Finalmente, la clonación terapéutica, o clonación de embriones, describe la producción de embriones humanos para investigación.