Existen numerosos pros y contras a considerar cuando se comparan los procedimientos de implantes dentales y puentes dentales. Algunos factores incluyen el éxito a largo plazo, el costo, la salud bucal y la duración del procedimiento. Los dentistas y los pacientes generalmente prefieren los implantes para el reemplazo de dientes porque duran más que los puentes y son más fáciles de mantener.
A medida que la fuerza y la función de los implantes dentales han mejorado, se han convertido en la recomendación estándar de la mayoría de los profesionales dentales. Una de las ventajas es que los implantes pueden durar toda la vida con un mantenimiento adecuado, mientras que los puentes dentales duran aproximadamente una década antes de que necesiten reemplazo. Por esta razón, los implantes son más rentables a largo plazo, aunque son más caros por adelantado.
Otro profesional es que los implantes no tienen riesgo de formación de caries, y los pacientes también pueden usar el hilo dental con normalidad porque los implantes no se adhieren ni afectan a los dientes vecinos. Los puentes sacrifican la integridad de los dientes naturales adyacentes porque los dentistas deben moler los dientes para sujetar el puente. Los puentes también flotan sobre la encía, por lo que los alimentos y las bacterias pueden quedar atrapados y causar olor, descomposición e infección.
La principal desventaja de los implantes dentales es el procedimiento que requiere mucho tiempo. Los implantes dentales requieren una serie de visitas al consultorio, que incluyen uno o más procedimientos quirúrgicos para insertar el reemplazo de raíz de titanio que finalmente evita la pérdida de hueso. Si se toma en cuenta el tiempo de curación, puede llevar meses lograr el producto terminado. En contraste, un puente dental no requiere cirugía, y los pacientes pueden usar el nuevo puente en cuestión de semanas.