Las armas nucleares fortalecen la economía global y otorgan influencia diplomática y militar a los países de cualquier tamaño que las posean. Por otro lado, las armas nucleares pueden causar la aniquilación mundial y la contaminación radiactiva.
La industria de armas nucleares es una empresa internacional que fortalece la economía global. Según Nuclearbanks.org, hay más de 100 compañías nucleares privadas en el mundo, muchas de las cuales algunos de los bancos más grandes del mundo invierten fuertemente. Cuando los países utilizan bienes y servicios nucleares privados, se crean empleos y se estimulan las economías mundiales. Al mismo tiempo, los países más pobres con valiosas reservas nucleares, como el uranio y el plutonio, son vulnerables a la explotación por parte de compañías poderosas.
Las armas nucleares son un fuerte factor disuasivo para la agresión militar y tienen un efecto de igualación entre las naciones de todos los tamaños, ya que una arma nuclear tiene la tendencia a causar un gran daño. De este modo, las armas nucleares refuerzan la posición militar y diplomática de un país. Los países dominantes son menos propensos a los gobiernos de armas fuertes que poseen armas nucleares.
La mayor desventaja de las armas nucleares es que pueden destruir la vida a gran escala si los países se involucran en una guerra nuclear. Mientras existan las armas nucleares, los humanos viven bajo la amenaza de la aniquilación del mundo. Además, el desarrollo de armas nucleares es peligroso. En 1986, la planta nuclear de Chernobyl en Ucrania sufrió uno de los peores accidentes nucleares de la historia. El accidente afectó a miles de personas en pueblos cercanos. Además, aunque existen medios para controlar los subproductos radiactivos que resultan de la producción de armas nucleares, el medio ambiente sigue siendo susceptible a la contaminación radiactiva.