La electricidad alimenta una amplia gama de dispositivos que no pueden funcionar con otras formas de energía, pero puede ser peligrosa. Sin electricidad, la moderna tecnología informática no funcionaría. Sin embargo, la generación de electricidad puede causar un daño ambiental significativo.
La electricidad proporciona un medio para transferir energía a grandes distancias, y la infraestructura eléctrica garantiza que toda la población de las naciones desarrolladas tenga acceso a ella. La electricidad es una poderosa fuente de energía y puede usarse para tareas mecánicas. Lo que verdaderamente separa a la electricidad de otras formas de energía es su versatilidad. Desde alimentar monitores de computadora a bombillas, la electricidad puede realizar una variedad de tareas que otras formas de energía no pueden.
Sin embargo, la electricidad es potencialmente peligrosa, y pequeños errores a menudo conducen a electrocuciones. Los electricistas reciben años de entrenamiento antes de poder trabajar, pero su entrenamiento no evita todas las lesiones. Las salidas de pared son potencialmente peligrosas, y el agua en los dispositivos eléctricos también puede causar la electrocución.
La electricidad se genera principalmente en plantas de energía, y la mayoría de estas plantas liberan dióxido de carbono en el proceso. Este lanzamiento es uno de los principales factores para el cambio climático global. Existen otras tecnologías que no representan los mismos riesgos, pero las naciones en desarrollo no pueden pagar sus altos costos. La contaminación por partículas también tiene una serie de efectos significativos para la salud.