Una de las ventajas que proporciona un exoesqueleto es una fuerte capa exterior que actúa como una armadura contra los depredadores y los peligros ambientales. También sirve como barrera protectora contra el agua e imparte ventajas relacionadas con la estructura y la movilidad. < /p>
Al igual que los endosqueletos, los exoesqueletos proporcionan estructura y apoyo al cuerpo de un animal. Sin embargo, los exoesqueletos cubren todos los tejidos vivos de un animal, protegiéndolos de daños y ataques. Los músculos utilizados para la locomoción se adhieren directamente al exoesqueleto, lo que le brinda al animal una mejor palanca para un movimiento rápido.
Una de las funciones más importantes de un exoesqueleto es evitar que las especies que habitan en la tierra se sequen. Esto es crucial debido al papel vital que desempeña el agua en los procesos fisiológicos. Por otro lado, un exoesqueleto protege a los animales que viven en el océano de ser afectados por pequeños cambios en la salinidad del agua en su ambiente.
Mientras que algunos exoesqueletos son densos, como las conchas duras de las almejas, los exoesqueletos de los insectos son livianos, lo que les permite volar. Al no vivir, un exoesqueleto no crece con un animal. Por lo tanto, debe eliminarse periódicamente en un proceso llamado muda. Luego se forma un nuevo exoesqueleto a partir de las secreciones epidérmicas. Este proceso consume recursos metabólicos, y el animal es vulnerable hasta que el nuevo exoesqueleto se endurezca.