Lo que hace que un insecto sea un insecto son seis patas, cuerpos articulados y un exoesqueleto. Los insectos son de sangre fría, y ponen huevos. No tienen pulmones, pero respiran a través de espiráculos que se encuentran en sus costados.
El cuerpo de un insecto se divide en la cabeza, el tórax y el abdomen. La cabeza contiene partes de la boca del insecto, ojos y antenas. El tórax sujeta las piernas y los músculos utilizados en la locomoción. El abdomen contiene los órganos digestivos y reproductivos.
El exoesqueleto está hecho de un material resistente hecho de quitina. Para crecer, el insecto debe arrojar este exoesqueleto o muda de vez en cuando.