La principal ventaja de la colonización es que permite a los gobiernos obtener ganancias al arrendar tierras a empresas para cultivar recursos naturales. También brinda a los gobiernos la oportunidad de obtener impuestos adicionales de los ciudadanos al cobrar impuestos a los colonos. La colonización también expande el área de tierra de una nación.
A lo largo de la historia, la colonización ha sido vista como un esfuerzo favorable por parte de naciones grandes y poderosas porque era una forma de obtener ganancias adicionales tanto para el gobierno como para los dueños de negocios privados. En resumen, fue una situación positiva para los miembros del sector económico de una nación. Los gobiernos permitieron que las empresas se expandieran a áreas colonizadas con tasas de impuestos reducidas, y algunos incluso proporcionaron subsidios gubernamentales para tentar a las empresas a hacerlo. Esas empresas financiaron la extracción de recursos naturales y obtuvieron ganancias de la compra y venta de ellos. Los gobiernos recolectaron dinero para el uso de la tierra, así como impuestos de las compañías y los ciudadanos de las colonias. Esto, sin embargo, es lo que llevó a la guerra revolucionaria americana. Los ciudadanos se cansaron de ser gravados por Inglaterra sin tener ninguna representación en el gobierno que aplicara los impuestos y aranceles que perjudicaban su sustento económico. Esto provocó una revuelta contra Inglaterra, y los colonos declararon su independencia.