A pesar de sus tragedias, la guerra le permite a un país ganar nuevas tierras o proteger sus tierras o intereses de posibles invasores. Además, la guerra y la amenaza de guerra contribuyen a los principales sectores económicos, incluida la tecnología y la manufactura. Las compañías que proveen equipos, suministros y servicios utilizados por los militares perderían sus fuentes de ingresos si no hubiera guerras.
Los agresores militares típicamente persiguen el control territorial o territorial, o quieren disuadir proactivamente a los rivales para que no los persigan. A lo largo del tiempo, los ganadores de guerras y batallas suelen terminar con nuevas tierras para desarrollarse. Más propiedad de la tierra significa mayores recursos para la población de un país y más espacio para el desarrollo económico.
Los Estados Unidos gastan anualmente miles de millones de dólares en defensa nacional. Gran parte de ese dinero va a los constructores de tanques, armas, helicópteros y otras armas y vehículos. Los proveedores de servicios de logística militar también sirven a clientes del gobierno. Los inventores buscan desarrollar nuevos productos que mejoren la capacidad de los soldados para hacer su trabajo. La perpetuación de las guerras y los enemigos globales es vital para sostener estas empresas. Además de apoyar a los principales sectores comerciales, el ejército proporciona carreras e ingresos a muchos estadounidenses.
Una ventaja indirecta de la guerra es que contribuye al patriotismo. Los estadounidenses tienen un orgullo patriótico que comenzó con la lucha por la independencia y continuó con otras guerras exitosas que han seguido.