En ciertos tipos de animales marinos, como las estrellas de mar y los erizos de mar, el agua permite a la criatura mantener el control y el movimiento sobre los diferentes pies de tubo que viven en sus surcos ambulacrales. Para hacer esto, el sistema vascular del agua está compuesto principalmente por canales complejos y reservorios que están llenos de líquido. Estos canales y reservorios contribuyen a la capacidad de los organismos para moverse, intercambiar gases y realizar otras funciones.
Una de las partes más importantes del sistema vascular del agua es la abertura, conocida como madreporita, que puede actuar como una válvula de presión y filtrar el agua dentro y fuera del organismo. Esto está conectado a un corto canal de piedra que conecta con otro canal, el canal intestinal. El canal intestinal en estos organismos gira alrededor del intestino y generalmente se encuentra debajo de la boca.
También hay vesículas de polian que se ramifican desde el canal de piedra y llegan hasta la cavidad del cuerpo. Eventualmente, estas vesículas polian se conectan a los tentáculos orales. La presión del agua en estas vesículas, que está controlada por la madreporita, y las contracciones de las vesículas dictan el movimiento de estos tentáculos orales. Otros tipos de músculos, llamados podia y ampolla, también están unidos a estos canales. Estos son controlados por presiones hidráulicas de agua y por contracciones musculares. Se pueden usar para agarrar rocas y mantener posiciones.