Hay cinco formas primarias de bacterias que se encuentran en la naturaleza: cocos, espirilos, vibras, bacilos y espirachetes. Estas formas se pueden encontrar en una variedad de configuraciones que ayudan a identificar las especies bacterianas.
Las bacterias son organismos de una sola célula que se encuentran en toda la Tierra y se agrupan en colonias. Se estima que la cantidad de células bacterianas dentro del cuerpo humano es 10 veces mayor que la de las células humanas. La mayoría de estas bacterias se encuentran en los intestinos y el colon, donde descomponen los carbohidratos y ayudan en la absorción y digestión de los nutrientes. Aunque estas bacterias no suelen ser dañinas para los humanos, son capaces de actuar como patógenos oportunistas en tiempos de función inmunológica comprometida. La mayoría de las bacterias que viven en el intestino humano son anaerobios, lo que significa que prosperan en entornos que no ofrecen acceso al oxígeno.
Para reproducirse, las bacterias pasan por un proceso llamado fisión binaria, en el que una sola célula se divide en dos células hijas idénticas. Este proceso replica el ADN de las bacterias, y en ciertas especies, puede ocurrir cada 20 minutos. La capacidad para una reproducción tan rápida es la razón por la que los humanos se enferman tan rápidamente cuando se infectan con un patógeno bacteriano oportunista.