El paso más importante para detener el hambre en el mundo es ayudar a las personas a mantenerse con una agricultura sostenible. Si tienen sus propios suministros confiables de alimentos, las regiones no necesitan depender de la ayuda externa. Otra forma efectiva es dar a las personas pobres acceso a pequeñas cantidades de crédito para que puedan iniciar negocios que hagan crecer sus economías locales.
Aunque hacer que las personas sean autosuficientes es importante, no es suficiente por sí solo para erradicar el hambre en el mundo. También es necesario ayudar a los pobres con alimentos y donaciones en efectivo mientras se desarrollan las habilidades y los sistemas. Organizaciones como Food for All han logrado recaudar millones de dólares para combatir el hambre en el mundo al hacer que los clientes de los supermercados donen unos pocos dólares durante la compra.
El acceso a una educación de calidad es una forma comprobada de luchar contra el hambre, especialmente en los países subdesarrollados. Muchas familias pobres viven en un entorno urbano. Aunque pueden obtener más control sobre las fuentes de alimentos con la agricultura urbana, esto requiere el desarrollo de nuevas habilidades. Las familias que enfrentan la pobreza, por lo tanto, necesitan asistencia en la transición hacia la auto-dependencia para que no tengan que depender únicamente de las donaciones.
Otros dos factores que pueden ayudar a aliviar el hambre son el empoderamiento de las mujeres y la disponibilidad de métodos anticonceptivos confiables y educación sobre cómo usarlos. El empoderamiento de las mujeres les ayuda a acceder a nuevos métodos de producción y adquisición de alimentos, lo que lleva a sus familias a salir de la pobreza. La educación sobre el control de la natalidad, por otro lado, da acceso a los anticonceptivos que hacen posible la planificación familiar.