¿Cuáles son ejemplos de enlaces covalentes polares?

Hay muchos elementos no metálicos diferentes que pueden unirse en un enlace covalente polar, formando compuestos como el agua, el dióxido de carbono y el ácido clorhídrico. Otros tipos de compuestos que contienen enlaces covalentes polares incluyen aminas y péptidos.

En el agua, una molécula de oxígeno forma enlaces covalentes doble polares con dos moléculas de hidrógeno. El ácido clorhídrico, o HCl, está formado por un enlace covalente polar entre un átomo de hidrógeno y un átomo de cloro, mientras que el dióxido de carbono consiste en un átomo de carbono unido a dos átomos de oxígeno.

Los enlaces covalentes polares se forman cuando dos átomos no metálicos con diferente electronegatividad se unen. En este tipo de enlace, los átomos se unen compartiendo un par de electrones. Sin embargo, debido a la diferencia en la electronegatividad, el electrón no se comparte por igual. Esto hace que el par de electrones compartidos esté más cerca del núcleo de cualquier átomo que tenga la electronegatividad más alta. La distribución desigual da como resultado que un átomo obtenga una carga ligeramente positiva y que el otro tenga una carga negativa igual.

Este tipo de enlace solo puede ocurrir cuando la diferencia en electronegatividad está entre 0,4 y 2,0. Si la diferencia es menor que 0.5, los átomos normalmente forman un enlace covalente no polar, mientras que los enlaces iónicos se forman cuando la diferencia es mayor que 2.0.