La fibrilación auricular se puede tratar para prevenir la formación de coágulos de sangre con el uso de medicamentos anticoagulantes como la warfarina, dabigatrán, heparina y aspirina, señala el Instituto Nacional de la Salud. medicamentos o procedimientos para que el ritmo cardíaco de un paciente vuelva a la normalidad. Estos medicamentos incluyen amiodarona, propafenona, ibutilida, quinidina y disopiramida. Los procedimientos incluyen cardioversión eléctrica, ablación con catéter, cirugía de laberinto e implante de marcapasos.
Los pacientes también suelen recetar medicamentos para controlar la frecuencia cardíaca, como esmolol, propranolol, atenolol, verapamil y digoxin. Los medicamentos deben controlarse estrechamente, ya que se sabe que algunas prescripciones exacerban el problema al crear nuevos tipos de arritmias o empeorar las afecciones cardíacas subyacentes. La fibrilación auricular se trata de acuerdo con el perfil sintomático completo del paciente y la gravedad del daño al corazón.
La cardioversión restablece la frecuencia cardíaca y el ritmo a la normalidad, según Mayo Clinic. La cardioversión eléctrica implica una descarga eléctrica que se envía a través del tórax para detener momentáneamente y restablecer la actividad del corazón. La cardioversión con medicamentos implica antiarrítmicos que se toman por vía oral o intravenosa para restablecer la frecuencia cardíaca normal. Se pueden administrar medicamentos antiarrítmicos después de la cardioversión eléctrica para prevenir futuros episodios. Los efectos secundarios incluyen fatiga, náuseas y mareos, y los medicamentos pueden ser necesarios por tiempo indefinido.
La digoxina, un medicamento que controla efectivamente la frecuencia cardíaca cuando está en reposo, pero la mayoría de las personas requieren medicamentos adicionales, como los bloqueadores beta o los bloqueadores de los canales de calcio para regular la frecuencia cardíaca durante la actividad, explica la Clínica Mayo. Los efectos secundarios de los bloqueadores beta y los bloqueadores de los canales de calcio incluyen presión arterial baja e insuficiencia cardíaca. El ritmo cardíaco se restaura quirúrgicamente con la ablación con catéter, el procedimiento de laberinto quirúrgico y la ablación del nódulo atrioventricular. Estos procedimientos pueden combinarse con el implante de marcapasos y medicamentos adicionales posteriormente.
Como lo explican los Institutos Nacionales de la Salud, los pacientes tienen una mayor esperanza de restablecer un ritmo cardíaco regular y reparar el daño a su corazón si los síntomas se detectan temprano y el tratamiento se inicia rápidamente. Los pacientes que sufren de fibrilación auricular durante más de seis meses o se les diagnostica una afección cardíaca acompañante tienen menos probabilidades de recuperarse. La condición permite que la sangre se acumule en las aurículas, lo que representa una seria amenaza para los pacientes, ya que esto puede provocar un derrame cerebral.