Las posibles causas de los niveles altos de ferritina incluyen enfermedad hepática, hipertiroidismo, artritis reumatoide y otras afecciones inflamatorias, algunas formas de cáncer, diabetes, transfusiones de sangre múltiples y porfiria, que son trastornos relacionados con la deficiencia de enzimas. Cualquier condición que haga que el cuerpo almacene demasiado hierro puede resultar en niveles altos de ferritina.
La ferritina es una proteína de células sanguíneas que contiene hierro. Una prueba de ferritina indica la cantidad de hierro en la sangre y brinda información útil sobre la cantidad de hierro que el cuerpo está almacenando. Los niveles altos de ferritina también pueden ser causados por un trastorno genético llamado hemocromatosis. Esta condición hace que el cuerpo almacene cantidades excesivas de hierro en la dieta.
La capacidad total de fijación de hierro y las pruebas de transferrina se pueden realizar al mismo tiempo que la prueba de ferritina. Estas pruebas son útiles para proporcionar más información sobre el nivel de hierro en el cuerpo. Después de ser diagnosticado con ferritina alta, es importante volver a realizar la prueba para controlar la condición y determinar el tratamiento adecuado. Los niveles normales de ferritina en la sangre son entre 11 y 307 microgramos por litro en mujeres y entre 24 a 336 microgramos por litro para hombres. Los niveles bajos de ferritina indican que el cuerpo tiene niveles bajos de hierro, lo que puede ser un signo de deficiencia de hierro o anemia. Los números más altos que esto indican una cantidad excesiva de hierro en el torrente sanguíneo, que, si no se trata, puede provocar problemas que incluyen disfunción sexual, diabetes y daño a los órganos. La hemocromatosis hereditaria, una predisposición genética al almacenamiento excesivo de hierro, puede pasar desapercibida durante muchos años, ya que toma tiempo para que se acumulen niveles tóxicos de hierro en el cuerpo.