Las complicaciones de la cistoscopia incluyen infección, sangrado y dolor, de acuerdo con la Clínica Mayo. La infección se produce cuando se introducen gérmenes en el tracto urinario. La complicación más común de una cistoscopia es la inflamación uretral, lo que dificulta la necesidad de orinar, señala WebMD. Un catéter ayuda a drenar la orina hasta que cede la inflamación.
La anatomía inusual del tracto urinario, el tabaquismo y la edad son factores de riesgo de desarrollar una infección a partir de una cistoscopia, explica la Clínica Mayo. El médico puede prescribir antibióticos antes y después del procedimiento para prevenir una infección. La sangre en la orina es común, pero el sangrado grave es raro. El sangrado resultante de la punción de la vejiga o la uretra requiere cirugía, aconseja WebMD.
Los síntomas de complicaciones graves relacionadas con una cistoscopia incluyen ardor o dolor sostenido durante la micción que dura más de dos días, escalofríos, coágulos de sangre pesados o sangre roja brillante en la orina, incapacidad para orinar, náuseas y dolor abdominal, detalles Clínica Mayo. Las personas que experimentan tales complicaciones, que también incluyen una fiebre de más de 101.4 grados Fahrenheit, deben comunicarse con un médico.
En una cistoscopia, el médico inserta un cistoscopio en la uretra después de adormecer el área con una gelatina tópica, explica la Clínica Mayo. El cistoscopio tiene una lente similar a un telescopio que magnifica el interior de la vejiga y la uretra. A veces se coloca una cámara de video sobre la lente. Una solución estéril infla la vejiga, lo que le brinda al médico una mejor vista. En una cistoscopia, a veces también se toma una muestra de tejido.