Los historiadores económicos sostienen que la depresión de 1893 fue el resultado de la deflación que se remonta a la Guerra Civil, la sobreproducción de bienes y la extravagancia del gobierno. A pesar de esto, pocos vieron la depresión hasta que fue demasiado tarde.
Según el sitio web de la Asociación de Historia Económica, la mayoría de los indicadores económicos parecían mostrar que la economía estaba sana en la primera parte de 1893. Sin embargo, una escasez de crédito hizo que los consumidores entraran en pánico, lo que, combinado con el colapso económico de la Lectura de Filadelfia Los ferrocarriles y los inversionistas británicos que venden inversiones estadounidenses en respuesta a una depresión europea, llevaron a una depresión en los Estados Unidos. Para cuando terminó la depresión, 15.000 empresas, 74 ferrocarriles y 600 bancos habían fracasado.
Los líderes del gobierno disputaron la causa de la depresión en ese momento, según un informe del Departamento de Economía de la Universidad de San José. De hecho, justo antes de la depresión, varios políticos afirmaron que la economía estaba disfrutando de un período marcado de prosperidad. Sin embargo, el impacto de las múltiples fallas en los ferrocarriles fue muy amplio, ya que los ferrocarriles prestaban servicios en ese momento como principales consumidores de productos básicos como el acero, además de ser el principal medio de envío de mercancías en todo el país. El efecto dominó afectó a muchos otros negocios.