Durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, el gobierno de la Confederación buscó con entusiasmo el reconocimiento de las potencias europeas, principalmente Francia y Gran Bretaña, ejerciendo presión diplomática y económica sobre ellas. En un momento dado, el Sur ordenó quema más de 2,5 millones de balas de algodón en un esfuerzo por producir una escasez de algodón artificial y motivar a la industria textil británica a buscar la paz sobre la base de la secesión.
Desafortunadamente para el sur, Gran Bretaña había previsto el suave embargo del algodón antes de la guerra y había almacenado más de 1 millón de balas para su uso por parte de su industria nacional, mientras que en India se establecieron grandes plantaciones de algodón. Aunque el precio del algodón subió, de 0,10 dólares por bala en 1860 a 1,85 dólares durante la guerra, Gran Bretaña no se movió lo suficiente como para reconocer a la CSA como un estado soberano.
Los esfuerzos diplomáticos confederados fueron tan extenuantes como la presión económica que el Sur intentó imponer a los gobiernos de Europa. Las tensiones sobre las propuestas confederadas a Gran Bretaña culminaron con la incautación de un correo británico, el Trent, en un puerto cubano. Dos diplomáticos confederados fueron tomados prisioneros, aunque el gobierno federal cedió cuando Gran Bretaña amenazó con la guerra por el incidente. Finalmente, la Proclamación de Emancipación hizo imposible el apoyo europeo a la CSA, ya que Gran Bretaña no apoyaría a un estado de tenencia de esclavos contra una nación libre.