Martin Luther King Jr. dirigió protestas que generalmente fueron pacíficas y no destructivas. Sus protestas a menudo tenían objetivos concretos y sus tácticas estaban bien definidas. Muchas de sus protestas fueron parte de mayores estrategias económicas.
Una de las protestas más exitosas de King fue contra el sistema de tránsito de Montgomery, Alabama, luego de que Rosa Parks fue arrestada. Los negros eran los principales clientes del servicio de autobuses, y la influencia de King lo afectó enormemente ya que la mayoría de sus usuarios eran negros. La capacidad de organización de King demostró ser una de sus armas más poderosas en la lucha contra la discriminación.
El rey le dio crédito a Mahatma Gandhi por inspirar su visión de la protesta no violenta. La capacidad de Gandhi para organizar protestas pacíficas a gran escala fue fundamental para expulsar a los británicos de la India, y King pudo justificar protestas similares utilizando la teología cristiana. King encontró que la no violencia es algo más que una estrategia para lograr un objetivo, y verlo también es una forma de vida.
Sin embargo, King simpatizaba con otros líderes de derechos civiles que abogaban por protestas más radicales ya veces violentas. Famosamente llamó disturbios "el lenguaje de los no escuchados" y habló con personas que querían una acción más fuerte. Además, King se enfocó en temas más allá de la discriminación racial, especialmente a fines de los años sesenta. King habló en contra de la guerra de Vietnam y argumentó que los derechos económicos eran esenciales para las personas de todas las razas.