La principal diferencia entre el músculo y las células nerviosas es su estructura y función. Las células musculares forman tejidos musculares que se contraen y relajan los músculos de forma voluntaria e involuntaria. Las células nerviosas forman tejidos nerviosos que reciben y analizan rápidamente la información del entorno de una persona para producir una respuesta adecuada.
La capacidad única de contraer una célula muscular proporciona funciones importantes para el cuerpo, como la movilidad, mantener un ritmo cardíaco constante y ayudar a la digestión de los alimentos. El tipo de célula muscular, de la cual hay tres categorías, determina su apariencia y si tiene movimiento voluntario. Las similitudes visuales entre las células musculares son su forma larga y estrecha y los componentes del tejido conectivo.
Las células nerviosas, de las cuales hay miles de millones, se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos y químicos, enviando mensajes a largas distancias dentro del cuerpo. Las células nerviosas pueden indicar mensajes de los que una persona puede estar consciente, como si algo está demasiado caliente, y también son responsables de las funciones internas, como los procesos en el hígado que ocurren automáticamente. Todos los nervios tienen las mismas partes básicas: dendritas, un cuerpo celular y un axón.
Tanto el músculo como las células nerviosas son igualmente importantes para el buen funcionamiento del cuerpo humano.