Un locus se refiere a la ubicación específica de un gen en un cromosoma. En medicina, también puede referirse al sitio en un cuerpo donde un patógeno invade a su huésped.
Cada cromosoma lleva de cientos a miles de genes, lo que puede dificultar a los genetistas identificar genes particulares. El lugar sirve como una guía, señalando el camino físico a un gen específico. El locus de un gen consta de tres elementos principales: el número de cromosoma, el brazo en el que se encuentra el gen y la posición del gen en el brazo, identificado por un código de cinco dígitos.
Para encontrar el gen, los científicos necesitan un microscopio potente. El locus no siempre se refiere a un gen. Puede apuntar a una característica citogenética o un segmento de ADN no codificante. Algunos genes también pueden tener varios loci dentro de ellos, lo que requerirá mapeo adicional. El hecho de poder mapear la ubicación de los genes ha ayudado a los genetistas a identificar los genes de riesgo para ciertas enfermedades genéticas. Según el Instituto Nacional del Genoma Humano, también ha dado lugar a avances en biotecnología, con el cultivo de cultivos más nutritivos y plantas que son más resistentes a las enfermedades. El mapeo de genes también se ha convertido en una herramienta popular que se utiliza en el análisis forense criminal para investigaciones de delitos, pruebas de paternidad y más.