La función del cuello uterino es permitir el flujo de sangre menstrual desde el útero a la vagina y dirigir el semen hacia el útero, según la Autoridad de Salud de Abu Dhabi. Durante el parto, la abertura del cuello uterino se amplía a aproximadamente 10 centímetros para permitir el nacimiento de un bebé.
En las mujeres que no están embarazadas, el canal cervical es de 2 a 3 pulgadas de largo y vagamente redondo, conectando el útero con la vagina. El cuello uterino también produce de 20 a 60 miligramos de moco cervical por día. Durante la ovulación, esto aumenta a 600 miligramos, lo que hace que la medición del moco cervical sea un método popular de conciencia de fertilidad, señala Wikipedia. Cuando una mujer no está ovulando, el moco cervical se espesa para crear una barrera que impida que el esperma entre en el útero. También hay diafragmas cervicales para prevenir la concepción, que cubren el cuello uterino para bloquear la entrada de semen en el útero y para prevenir la fertilización.
El cuello uterino desempeña un papel crucial durante el parto, ya que apoya a la cabeza del feto mientras desciende en preparación para el parto. Una vez que nace el bebé, el cuello uterino se engrosa y se cierra, de acuerdo con Healthline. Los médicos y matronas utilizan la extensión de la dilatación cervical para monitorear el progreso durante el parto y determinar si la intervención es necesaria. Los médicos también pueden medir la longitud del canal cervical; la longitud cervical corta puede indicar un parto prematuro.