Las terminaciones nerviosas sensoriales detectan los estímulos del entorno y envían impulsos hacia el sistema nervioso central en respuesta a estos estímulos. Las terminaciones nerviosas eferentes transportan los impulsos desde el sistema nervioso central hasta los órganos y músculos efectores. Hay muchos tipos diferentes de terminaciones nerviosas motoras y sensoriales, y cada una tiene su propia función única.
Las terminaciones nerviosas sensoriales también incluyen terminaciones nerviosas aferentes, y los tipos comunes incluyen quimiorreceptores, mecanorreceptores, termorreceptores y nociceptores. Los quimemoreceptores en las fosas nasales detectan la presencia de sustancias químicas en el aire. Las papilas gustativas incluyen quimiorreceptores que son capaces de detectar la presencia de diferentes productos químicos en los alimentos. Los mecanorreceptores detectan cambios en la presión sobre la superficie de la piel, los impactos físicos en el cuerpo y el estiramiento de los músculos. Los termorreceptores detectan cambios en la temperatura y los nociceptores son responsables de detectar el dolor causado por el calor, la presión, los productos químicos y otros estímulos.
Hay dos tipos principales de terminaciones nerviosas eferentes: terminaciones nerviosas motoras y terminaciones nerviosas secretomusculares. Las terminaciones nerviosas motoras son aquellas que se encuentran en la superficie de los músculos y envían mensajes a esos músculos para que se contraigan. Las terminaciones nerviosas secretomusculares se encuentran en las glándulas y entregan mensajes del sistema nervioso central para que esas glándulas secreten sus productos.