Muchos geólogos clasifican un accidente geográfico como una montaña si está al menos a 300 metros o más por encima de su topografía circundante. Las montañas tienen lados inclinados inclinados, crestas redondeadas o afiladas, y un pico o cumbre. Las colinas no son tan altas o empinadas, pero típicamente tienen una cima obvia.
La diferencia más obvia entre una montaña y una colina es el nombre. Las montañas suelen ir precedidas del término Monte, mientras que las colinas no suelen tener una identificación formal. Las colinas también son más redondas, de apariencia más suave y más fáciles de escalar. No existe un método estándar para determinar si una forma de relieve grande es una montaña o una colina, lo que hace que sus diferencias sean nebulosas y difíciles de identificar. Los Estados Unidos y el Reino Unido solían determinar los dos por altura, pero la clasificación de altura fue abolida en la década de 1970.