El cuerpo humano contiene dos tipos de glándulas sudoríparas: apocrinas y ecrinas. Las glándulas apocrinas se encuentran en la axila y la ingle y aumentan la producción de sudor en respuesta a la emoción, el estrés y las hormonas. Las glándulas ecrinas se encuentran en todo el cuerpo y secretan sudor a través de los poros directamente sobre la superficie de la piel, enfriando el cuerpo a través de la evaporación. Tanto las glándulas apocrinas como las ecrinas causan sudoración en las axilas.
Las glándulas apocrinas secretan una sustancia lechosa que interactúa con las bacterias de la piel, causando olor. Debido a que las glándulas apocrinas se segregan en los folículos pilosos justo debajo de la superficie de la piel, este tipo de sudor sale del cuerpo a través de los poros del folículo piloso.
A muchas personas les resulta embarazoso el sudor de las axilas y quieren detenerlo. El sudor excesivo se puede tratar de varias formas, incluso mediante el uso de antitranspirantes a base de aluminio, que actúan bloqueando temporalmente los poros. Para ser más efectivos, los antitranspirantes deben aplicarse antes de acostarse para limpiar y secar perfectamente la piel. Se ha encontrado que las formulaciones de antitranspirantes de venta sin receta médica son tan efectivas como los antitranspirantes recetados.
Para erradicar el olor de las axilas, se puede usar una combinación de fórmula antitranspirante y desodorante, junto con buenas prácticas de higiene, como el lavado frecuente. Si esta combinación no funciona de manera efectiva por sí sola, se pueden probar tratamientos médicos como inyecciones de Botox, medicamentos recetados o cirugía.